¿Por qué asociamos champán y lujo?

Cuando vemos una celebración en televisión, no falta nunca una botella de champán. Tampoco falta esta bebida cuando hay celebraciones deportivas o cuando vemos fotos de famosos en cualquier tipo de evento. A esto se une el hecho de que el champán es un producto de importación, ya que se elabora exclusivamente en la región de Francia del mismo nombre, por lo cual esta bebida está unida al lujo y a la fiesta de una forma muy especial.

Pero lo cierto es que hoy ya no es tanto lujo poder llevar a la mesa una botella de espumoso francés. La región que lo produce es amplia y se ha incrementado el número de botellas que cada año salen de las bodegas, por lo que acceder a una de ellas, de una calidad media, no supone un coste exagerado para ningún bolsillo. Si a esto se une el hecho de que lo normal es que la bebida se consuma de forma esporádica, hacer un pequeño esfuerzo está más que justificado.

Pero hay ocasiones en las que realmente queremos que el champán sea un lujo y resulte absolutamente especial. En estos casos, podemos recurrir a comprar una botella carísima que, si no tenemos el paladar muy educado no vamos a apreciar en lo que vale ya que no vamos a diferenciar los matices que la hacen tan especial. Pero también podemos optar por una botella especial por otros aspectos, como por ejemplo su tonalidad. Un champán rosa es mucho menos habitual que el típico blanco y hará que la ocasión sea más especial y la sensación de lujo mayor. Y no estaremos pagando de más por una bebida.

Las burbujas, el sabor refinado y lo bonitas que son las botellas hacen que cuando abrimos una botella de champán nos sintamos un poco más especiales. No puede faltar en una noche de fin de año, en una fiesta para celebrar un acontecimiento especial de nuestras vidas o para brindar tras mucho tiempo sin ver a los amigos. Pero también es una bebida perfecta para otro tipo de celebraciones más íntimas, como una cena con esa persona especial con la que por fin vas a tener la ocasión de verte a solas o, si todo sale bien, para celebrar con ella cada uno de los aniversarios que estarán por llegar y que queremos que sean días muy especiales.