Ir a Ons desde Bueu es muy fácil, solo tienes que preguntar por el barco bueu ons horarios para planificar tu día en la isla. Pero hay algunas cosas que es necesario tener en cuenta. Por ejemplo, que Ons es espacio protegido y que tienes que pedir un permiso para acudir a la isla. Aunque dicho así pueda parecer un trámite complicado, lo cierto es que no lo es. Sucede que el número de visitantes está limitado y entonces se hace imprescindible inscribirse en una Web para poder ir. Una vez que se llega al límite, ya no permite que más personas se apunten para ese día y tendrías que escoger otro. Pero ya de inicio vas a ver los días que tienen plazas disponibles en verde, para que escojas el que te convenga más.
Ya con tus datos en la Web puedes comprar los billetes para ir y para volver. Si lo que tienes pensado es quedarte en la isla, entonces el trámite es más sencillo todavía: haz tu reserva y con ella ya tendrás garantizado el permiso para poder acudir a Ons. Ten en cuenta que no hay hoteles en la isla, solo un camping y muy poca oferta de apartamentos o habitaciones.
Todo esto tiene el inconveniente de que, si no planificas con tiempo, puedes no tener plaza justo cuando tenías pensado ir a Ons. Pero, a cambio, vas a tener ventajas muy importantes. Por ejemplo, la isla nunca va a estar atestada de gente. Al tener un límite de personas que la visitan siempre vas a estar a gusto incluso en los días de más afluencia. Si bien es cierto que las playas más conocidas o más cercanas al lugar en el que se desembarca suelen tener más gente, hay muchas opciones para estar más cómodos.
Otra ventaja es que estos cuidados que se tienen para que la isla se conserve bien repercuten en que cuando vayas te vas a encontrar un lugar muy bonito, limpio y bien cuidado en el que te vas a sentir muy a gusto. Vas a darte cuenta de que este tipo de medidas merecen la pena porque Ons conserva su carácter y su personalidad y eso hace que visitarla sea una experiencia especial y no se haya convertido en un lugar turístico más, con calles abarrotadas de gente y playas en las que no quepa una toalla.