Vivimos en un país esencialmente ruidoso. Nos gusta el ocio nocturno y el ruido causado por el mismo entra en conflicto con aquellas personas que quieren dormir en sus hogares. Pero no solo tenemos ruido a horas intempestivas. También durante el día sufrimos la música de los bares, el bullicio del tráfico, las terrazas con gente hablando a gritos o incluso el atronador sonido de las máquinas de talleres, trenes de lavado u otros servicios situados en el centro de las ciudades.
Pero ya no solo hablamos del ruido del exterior, en el interior de los edificios la convivencia con otros vecinos puede llegar a ser complicada. Desde el adolescente que pone la música a todas horas hasta la pareja que ve series de madrugada con el home cinema conectado o los ancianos que ponen la radio durante toda la noche en voz alta porque no son conscientes del gran volumen al que escuchan el aparato.
Todos esto tienen consecuencias para el descanso y para la vida diaria. Puede ser complicado estudiar o trabajar en casa con todos estos ruidos que no dejan de desconcentrarnos y ya no hablemos del sueño, sobre todo si tenemos horarios cambiados con los vecinos y estos se acuestan muy tarde cuando nosotros madrugamos o al contrario, madrugan mucho cuando nosotros nos hemos acostado muy tarde.
La insonorización acústica de la vivienda repercute directamente en la calidad de vida que tenemos y nos permite también hacer nuestras tareas de cada día o ver la televisión dentro de los márgenes normales sin preocuparnos por si estamos molestando. Por eso, pedir presupuesto para saber cuánto nos costaría insonorizar con Proyección de poliuretano en Vigo puede ser algo que nos cambie totalmente la vida.
Este tipo de insonorización puede hacer desde el interior de la casa hacia la fachada en edificios antiguos con cámara de aire, rellenando esta y haciendo que la vivienda sea mucho más tranquila. Además, también servirá para aislar del frío o del calor, teniendo una mejor temperatura. En definitiva, una gran tranquilidad que permitirá que se descanse mejor y que no se escuchen tanto los ruidos. En especial si se combina esto con unas ventanas gruesas, con un cristal que también nos aísle del ruido de fuera y que nos permita estar en casa a gusto y sin tener que estar escuchando sonidos nada agradables.