Hay gente que prefiere comer en casa y otra mucha gente que no le queda más opción que tener que comer a diario en un bar. Personalmente soy afortunado de que pueda comer cada día en mi propia casa comida casera y rica. Pero por desgracia hay mucha gente que o por motivos laborales o porque no saben cocinar no les queda otra que comer en un bar. Y eso no es siempre malo, porque en muchos bares podrás encontrar un montón de comidas caseras que son muy parecidas a las que nos hacían nuestras madres y abuelas cuando éramos unos niños. En el bar de los padres de uno de mis amigos sé con certeza que podría comer allí sin ninguna clase de problema porque sé qué clase de comida hacen. A uno de mis amigos le encanta ir allí a comer los martes porque hacen espinacas que es algo que a mi amigo le encantan, creo que es porque de niño le dijeron que se volvería igual de fuerte que popeye. Y en el bar ya saben que él va a comer allí por las espinacas y por eso siempre tienen a mano al distribuidor de espinacas congeladas para que nunca les falten.

Yo casi siempre que he tenido que comer fuera de casa porque no tenía quien me hiciese la comida he comido en el bar de mi amigo y he comido casi igual que como lo hubiese hecho en mi propia casa y eso es algo para agradecer.

Desde que ya no trabajo en mi último trabajo como siempre en casa, pero antes muchas veces me tocaba tener que comer en el bar del polígono industrial en el que trabajaba y la comida no era ni parecida a la del bar de los padres de mis amigos, era como si la comida fuese más industrial. No digo que fuese mala, solamente no era de la misma calidad que la que puedes comer en casa.

Siempre he sido muy exigente cuando de comer se trata y creo que hago bien en serlo y me gusta comer donde estoy seguro de la calidad de la comida.