Cuando uno escucha frases como que “una de cada tres personas padecerá algún tipo de cáncer de aquí a 30 años” no puedes por menos que acongojarte un poco. El miedo a padecer enfermedades graves pronto adquirirá categoría de enfermedad propia. Y dentro de las enfermedades graves, el cáncer es el más temido, tal vez por la dificultad que existe a la hora de detectar a tiempo los síntomas.
El problema es que para una persona sin formación médica (la mayoría) no resulta nada fácil detectar síntomas reales. Y cuando digo ‘reales’ me refiero a una combinación de hechos que justifique el temor a padecer cáncer. Voy a poner un ejemplo para entendernos mejor: el cancer gastrico.
Si leemos algunos de los síntomas relacionados con el cáncer de estómago, es posible que muchos se echen a temblar: pérdida de apetito, cansancio, ardor, flatulencia… ¿Todos con cáncer de estómago? Obviamente, no.
Conviene tener mucho cuidado a la hora de informarse sobre el cáncer. En este caso, solo he citado algunos de los síntomas asociados al de estómago. Hay que tener en cuenta, también, que se trata de una enfermedad en la que se sigue investigando todos los días en cientos de clínicas y laboratorios a nivel mundial. Esto supone que todavía no existe un patrón claro en el cancer gastrico. Y lo mismo que sucede con esta enfermedad pasa con otras similares en otras zonas del cuerpo.
Por eso lo peor es el miedo y la desinformación. Si tenemos ardor de estómago después de una comida copiosa, no hay que echarse a temblar. Pero si llevamos varias semanas con ardor y tenemos otros síntomas asociados, tal vez sea el momento de acudir a un especialista.
Mucha gente usa internet como ‘médico de cabecera’. Y hay que tener cuidado: sirve para tener una toma de contacto, pero antes de lanzar las campanas al vuelo, es mejor ir al médico. La desinformación o, en este caso, el exceso de información no contrastada ni filtrada pueden hacer mucho daño en personas sensibles o con tendencia la hipocondría. La mejor solución no está en la red, sino en la consulta de un profesional.