Sucede a menudo que no es hasta que tenemos un problema que lo valoramos en toda su dimensión. Alguien nos habla de que le pasa tal o cual cosa y no le damos importancia, pero cuando nos toca a nosotros entonces sí que lo vemos de otra manera. Es el caso del acné. Y hasta que no tienes el problema no descubres que muchas de las cosas que pensabas sobre ello no son más que mitos.

Por ejemplo, que el acné se quita solo. Es cierto que en algunos casos es un problema asociado a determinada edad, sobre todo a cambios hormonales, y que cuando el cuerpo madura, el problema desaparece, pero desde luego no siempre es así. Yo tuve la suerte de acudir a un dermatologo especialista en tratamientos acne en Vigo que me asesoró en el momento justo, cuando ya estaba perdiendo un poco la esperanza e iba a dejar que pasara el tiempo confiando en que esa fuera la solución. Pero, ¿y si así no se hubiera solucionado nada? 

Mientras yo intenté solucionar el problema con métodos un tanto pedestres, nada funcionó. En este sentido, uno de los mitos afirma que el chocolate es una de las causas más habituales del acné. Pero no existe ningún estudio científico que lo confirme. No obstante, yo puedo decir que probé a dejar el chocolate una temporada y mi acné bajó, pero posteriormente volvió a aparecer, así que descarté eso. 

Otro mito está relacionado con tomar el sol. Cuando llegó el verano en la época en la que yo estaba peor del acné me dediqué a ir a la playa cada día a tomar el sol. Los rayos del sol resecan la piel y es cierto que mi piel mejoró bastante. Pero cuando llegó el otoño vuelta a lo mismo. A no ser que me mudara al Caribe lo iba a tener difícil para tomar el sol todo el año. Y tampoco tenía presupuesto para ir a la ‘lámpara’. Así que al final hice lo que debía hacer: acudir a un dermatólogo especialista en tratamientos acné en Vigo para que estudiara mi caso y dejarme guiar por un profesional… Y olvidarme de los mitos.