Ya es bastante costoso reformar una casa como para fallar a la hora de seleccionar un contratista. Siempre habrá alguien que te recomiende tal o cual profesional. ¿Es mejor guiarse por este tipo de recomendaciones o buscar por cuenta propia un profesional? Os contaré mi experiencia cuando busqué empresas de reformas orense y espero que os sirva para acertar en vuestra propia búsqueda.

Yo soy de los que no se fía mucho de los consejos, vengan de quien vengan. “Esta empresa es buenísima, a mí me ha dado resultados fantásticos, muy apañados”. Muy bien pero a mí a lo mejor no me los da. Y lo que para uno es bueno, a la mejor para otro no lo es. Por eso prefiero hacer yo mismo la búsqueda y dejarme de recomendaciones.

Así que contacté con tres empresas que me parecieron interesantes por experiencia y precio. Yo me fío mucho de cómo se presentan en internet. Aunque una empresa de reformas no viva del entorno digital, considero que demuestra oficio si cuida su imagen en la red. Yo soy de los que no cree en eso de que “lo barato, sale caro”, pero es cierto que tampoco debe fiarse uno de presupuestos muy baratos, porque mosquea. “A ver si van a hacer la pasta sin agua”, como dijo aquel.

Y después está el trato personal. Una vez que te acercas a un acuerdo económico, y confías en su profesionalidad, yo debo solucionar otro aspecto que para mí es decisivo, tanto en este como en cualquier otro ámbito: entenderme bien con la persona con la que trabajo. Me ha pasado muchas veces que conozco a personas válidas, pero por una razón u otra no me entiendo bien con ellas: y el proyecto en el que estamos metidos fracaso por esa falta de fluidez en el trato.

Por eso, a la hora de dar con la tecla con la empresa de reformas orense que busqué acabó siendo el aspecto decisivo el trato personal. La persona que me convenció estaba en la misma onda que yo y rápidamente nos pusimos de acuerdo en lo más básico de la rehabilitación. Y, a partir de ahí, todo fue rodado.