El cartón es, posiblemente, el material más utilizado en el packaging. Especialmente en el packaging terciario, aunque también en otros tipos como vamos a ver a continuación y tal y como puedes comprobar con solo ver los envases de los productos que tienes en tu hogar. La mayoría, seguramente, serán de cartón o de cartón combinado con diferentes tipos de plásticos.

El packaging terciario es el que envuelve las diferentes cajas de productos para protegerlas durante el transporte. Uno de los materiales más utilizados es en este packaging cartón corrugado. El cartón corrugado es ligero de peso, por lo que no va a incrementar mucho el coste del transporte. Pero es muy resistente a los golpes, protegiendo muy bien lo que hay en el interior.

Está formado, en sus versiones más básicas, por dos láminas de cartón que están unidas por un cartón más fino ondulado. Esto hace que tenga un cierto efecto acolchado muy protector. Puede tener diferentes grosores según el peso que vaya a contener y la delicadeza de los productos. Existen cartones corrugados de varias capas. En algunos casos, este packaging terciario se convierte en el expositor en el punto de venta.

El packaging secundario es aquel que envuelve a cada producto individual que se vende, pero sin tocar al producto propiamente dicho. Por ejemplo, en el caso de un frasco de colonia, sería la caja de cartón que contiene el frasco. El frasco sería el packaging primario porque es el que está en contacto directo con el producto que se pone a la venta. El cartón se usa mucho en el packaging secundario porque es un tipo de envase muy económico, que ofrece mucha protección al producto y que se puede imprimir a todo color de forma sencilla y bastante económica.

En cuanto al packaging primario, el cartón también puede formar parte de este, aunque es menos habitual en algunos campos como es el de la alimentación. Lo tenemos, por ejemplo, en envases de fiambres en los que hay una base de cartón plastificado y un envoltorio de plástico alrededor. Pero donde es más habitual es en otro tipo de productos, combinado en ocasiones con el plástico.

El cartón se recicla, por lo que una vez que se utilice el producto puede depositarse en el contenedor del papel y podrá dar vida a nuevos productos, por lo que es muy ecológico.